Las Bodas, una experiencia híbrida entre teatro y cine

  • Bajo la dirección de Gabriela Mariana Sandoval Montero y la producción de Mishell Ordóñez, esta propuesta escénica y visual ofrecerá cuatro funciones en el Centro Cultural y Académico (CCA) Teatro Casa de la Paz el próximo jueves 7 y viernes 8 de agosto a las 20 horas, así como el sábado 9 de agosto a las 16 y 19 horas
  • Elementos fílmicos, escultóricos y terrenales se entretejen en esta puesta escrita hace más de tres décadas por Luisa Josefina Hernández, donde está en juego el encuentro amoroso, sus intensidades y complejidades a través del tiempo
  • Este proyecto tiene dos objetivos: dar visibilidad al trabajo de una poeta adelantada a su época, así como colocar las voces emergentes en la escena actual a través del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales y EFITEATRO

Las Bodas es una obra que señala las tendencias y paradojas que han acompañado al símbolo del amor romántico. A través de los personajes de Teresa, una arqueóloga y Jean Marie, un periodista especializado en arqueología, se exponen imágenes que devienen en dolorosas aspiraciones humanas, como la trascendencia religiosa por medio de la pareja, cuestionando si existe el libre albedrío en la elección de amantes o si es una fútil apariencia.

En este proyecto converge el lenguaje cinematográfico y el escénico teatral para dialogar con la dramaturgia; es decir, cuando las sutilezas del texto, casi imperceptibles, son captadas por una cámara que mira de cerca a los actores y magnifica sus movimientos y emociones con proyección en tiempo real, esos detalles y micro expresiones se vuelven visibles para el público, transportándose en tiempo y espacio a los mundos interiores de los personajes y el amor ancestral.

Luisa Josefina Hernández, dedicada a la reflexión de la existencia humana a través de la experiencia de distintas identidades que incluyen el género y la nacionalidad, estrenó esta puesta en México a principios de la década de los noventas del siglo pasado. Hace dos años, la actriz Andrea Celeste Padilla Gutiérrez le presentó el texto a la directora Gabriela Mariana Sandoval Montero para trabajarlo y de manera eventual llevarlo a la escena.

“Después de más de 30 años, es interesante el tema que plantea Las Bodas; descubrimos cosas que antes no estaban nombradas de cierta manera en nuestra realidad, como el  mito del amor romántico, que es una práctica de lo social y de la interacción humana. Por otro lado, es también un símbolo de ciertas tradiciones religiosas desde hace siglos y muestra cómo podemos estar ya rebasados de ello”, comenta Padilla Gutiérrez.

Al respecto, Sandoval Montero apunta que “esto en el texto original no estaba considerado como un problema, pero lo detectamos y ahora lo usamos como parte de nuestra estrategia para abordarlo y no desde la crítica, sino que sólo observamos la acción, le hacemos un close up en la escena.”

La multimedia es uno de los elementos que la misma obra demanda para marcar los cambios de temporalidad y espacio: “hay muchas acotaciones, por ejemplo, sobre una mirada, un acercamiento a unas manos, a una textura; es decir, recursos que en cine funcionan muy bien y en ese momento fue donde se empezó a desarrollar la idea de mezclar lenguaje cinematográfico y teatral para lograr captar estas diminutas señales, debido a ello trabajamos con una cámara en escena”, explica la directora. 

Parte de la puesta ocurre en medio de una excavación arqueológica, donde los elementos escultóricos son minimalistas y poéticos más que funcionales para la escenografía, pues lo que se desenterrará durante los 60 minutos de duración de esta pieza será el pasado y la psique de los dos personajes. No se trata de un lugar turístico, sino de un espacio de trabajo, sucio, sin decoraciones, pues como bien señala el epígrafe de la obra, “la verdad interior no es alegre.”

La falsa promesa del amor romántico y el ideal de estar juntos hasta la eternidad son constructos con los que, de acuerdo con Andrea Celeste Padilla Gutiérrez, “hemos sido hechizados”. Ella junto al actor Efén Hernández Hernández han sostenido diversas charlas sobre el amor, pero ahora lo han llevado hacia el terreno de la arqueología y el proceso creativo les ha resultado lúdico al buscarse en el otro y preguntarse cosas sin miedo, lo cual se proyecta en el escenario.

Tras un mal de amores, la directora artística Gabriela Mariana Sandoval Montero decidió llevar a cabo el montaje de Las Bodas con el apoyo de la beca Jóvenes Creadores en Diseños Escénicos, en la categoría de Escenografía en 2024: “me identifiqué de inmediato con el texto, entendí partes de mi proceso emocional y me di cuenta que podía explorar la posibilidad de mezclar lenguajes; así comenzamos a ensayar, tallerear la forma y la estética de la obra,  en la que me he enfocado mucho. Este año apliqué para el estímulo fiscal EFITEATRO,de la Secretaría de Cultura, gracias al que nos encontramos en posibilidad de ofrecer, por ejemplo, estas funciones”. 

Desde mediados del mes en curso, el equipo de Las Bodas realiza una residencia técnica en colaboración externa con el CCA Teatro Casa de la Paz, con el fin de ensayar el texto con los actores y perfeccionar detalles de la producción previo a sus funciones. 

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